Descripción enviada por el equipo del proyecto. El proyecto es una renovación de una casa de aproximadamente 500 m2 originalmente dividida en dos plantas y un sótano, la extensión de una villa de dos guionistas y sus hijos ubicados en Shunyi, Pekín. Los requisitos iniciales del cliente eran una expansión volumétrica para acomodar nuevos programas como un estudio de doble altura, una terraza en la azotea, una huerta para la cocina, una sala de proyección y la transformación del jardín existente, que necesitaban convertirse en una parte integral del edificio.
La intervención funciona como un módulo unitario integrado internamente por diversos niveles de interconexión que opera como un montaje, una yuxtaposición y una progresión de diversas escalas espaciales y caracteres. El nuevo volumen está diseñado como un dispositivo de filtrado de factores ambientales y programáticos, una estructura espacial que nunca se cierra internamente, que nunca termina sino que modula constantemente sucesivas secciones escalares a través de sutiles sombras y capas diáfanas. El espacio se convierte en una escena unitaria mediante el uso de una paleta de materiales intencionalmente reducida. El catálogo de materiales está de hecho condensado y compuesto solo por una estructura de metal ligero, rejillas de aluminio filtrantes que controlan sombras, transparencias y niveles de privacidad y, finalmente, una rejilla metálica que funciona en combinación con un piso blanco resinado y una cubierta de bambú.
El carácter aparentemente uniforme de la intervención es de hecho una narración de efectos continuamente cambiantes cuando se explora y examina. Desde el jardín hasta la cima, la transformación gradual de las intensidades -la modulación de luces, materiales y colores- organiza una multiplicidad de efectos. Aunque reducida en tipo y ajustada dentro de una organización diagramática imponente, la serie de espacios logra transformarse en un repositorio pasivo pero calculado de efectos que exaltan y reciben las condiciones cambiantes y heterogéneas de luz y temperatura a lo largo del día y las estaciones.
El cuerpo de los ocupantes es el actor vivo que juega en un escenario blanco de efectos mutantes instantáneos mientras que el nuevo volumen con sus conexiones recién definidas se convierte en la extensión corporal de la vida familiar, acomodando necesidades y forzando relaciones espaciales inesperadas entre las salas existentes y los nuevos espacios. Una serie de entre pisos, balcones y terrazas en varios niveles están unidos por una circulación continua, una curva de escaleras internas y rampas externas, entrelazadas en y alrededor de un volumen acristalado. La estructura original, compuesta por dos cajas blancas, se transforma luego en un sistema dinámico de plataformas flotantes y entrelazadas que se miran una a la otra y se abren en una secuencia que enfatiza las interdependencias programáticas internas. Las cubiertas de tejado existentes que originalmente estaban inactivas debido a la poca accesibilidad se activan convirtiéndose en una parte integral del interior, una continuación natural en los niveles superiores del jardín. La segregación programática de los espacios existentes de la casa es reemplazada por una combinación espacial ambigua de actividades con el nuevo volumen de doble altura. Aquí se puede leer, escribir, debatir, proyectar para suceder de forma autónoma y al unísono en diferentes niveles.
El jardín también se reconfigura para convertirse en una parte integrada del esquema, interactuando con la nueva masa para crear una experiencia espacial coherente. La estrategia de plantación responde a la necesidad de privacidad típica de desarrollos urbanos densos: bambú, hiedra y herbáceas altas introducen pantallas semitransparentes que filtran las vistas. Al mismo tiempo, la vegetación se organiza en varias capas que maximizan la profundidad del jardín. La piscina reflectante en el lado este del nuevo volumen combina la arquitectura y su paisaje a través de ricos efectos de reflexión y refracción en el agua. Diversas comunidades de plantas autóctonas crean una rica combinación de texturas naturales, al tiempo que requieren un mantenimiento mínimo.
